martes, 13 de diciembre de 2011

El infierno del soberanismo

EL INFIERNO DEL SOBERANISMO


El soberanismo está de luto en Europa.

Lluís Bassets © (El País) de Madrid... 09/12/2011

El soberanismo está de luto en Europa. Se prepara para las próximas horas la mayor cesión de soberanía que hayan protagonizado las viejas naciones europeas desde los tratados de Roma y de Maastricht.
Con el primero de los tratados, en 1957, se cedió la política arancelaria, sentando así las bases del mercado único. Con el segundo, en 1992, desaparecieron las monedas, símbolos nacionales hasta entonces al mismo título al menos que las banderas, y las políticas monetarias (que permiten la fijación de los tipos de interés y de cambio), sentando a su vez las bases de la actual crisis de las deudas soberanas.
Con la actual Cumbre de Bruselas se quiere demandar a los viejos estados que cedan entera su política presupuestaria, que es como decir el alma política del Estado nacional.
No hay salvación en el mundo global para los socios de la vieja Europa si cada uno va por su cuenta. No la hay ni siquiera para los países que juegan en la liga superior y se llevan todos los campeonatos, como son Alemania y Francia.
No se trata sólo de existir en el mundo, sino de sobrevivir en condiciones aceptables, que no empeoren de forma sustancial el fantástico tren de vida que tuvimos los europeos en los últimos 30 años.
No están en juego sólo los orgullos nacionales, las sillas en el G-20 o en el Consejo de Seguridad de la ONU, es decir, el peso, la influencia y visibilidad de los europeos en el mundo; sino cuestiones más próximas y tangibles, como son nuestro bienestar y nuestras formas de vida, que sólo se pueden preservar en el marco de una Unión Europea que funcione.
La transferencia de soberanía dará lugar a una unión fiscal, pero será imperfecta, ya que quedará en unión de estabilidad presupuestaria y de austeridad en el gasto, y no será de transferencias, de solidaridad y de crecimiento. Al menos todavía.
El método utilizado tampoco será el comunitario, con el protagonismo de la Comisión, el Parlamento y el Tribunal europeos, a los que se identifica con el federalismo y el europeísmo. Será intergubernamental y no va a incorporar a todos los 27 socios de la UE. Unos porque no quieren, como Gran Bretaña; otros porque no saben si quieren, como Dinamarca, y otros porque aunque quieran no decidieron todavía dar el paso, como Polonia.
Motor y vehículo. Las dos potencias europeas que más lucharon entre sí, armas en mano en tres ocasiones, son las que van a proceder a esta liquidación. Nadie más puede hacerlo. Y lo harán con el mayor protagonismo de ambos en la historia de la unidad europea, aunque será en detrimento de su propia soberanía.
Francia y Alemania fueron el motor europeo desde la fundación de la Unión, pero ahora son mucho más que un motor; son el vehículo. Hasta el punto de que el proyecto que presentan en Bruselas está pensado para que funcione incluso en el caso extremo e improbable de que sólo esos dos países estuvieran dispuestos a ponerlo en marcha.
Esto ya no es un directorio europeo, es una Europa franco-alemana, federalismo de dos socios que invitan a añadirse a quienes lo deseen. Y si entramos en detalle, veremos que la aparente simetría esconde conceptos alemanes y retórica francesa, con el sigilo de Merkel y la pompa y circunstancia de Sarkozy.
Volvemos así a un punto de partida anterior a la creación de la moneda única. El euro va a convertirse en un marco europeo.
Y Europa va a dividirse en dos: los países del euro, junto a los que todavía no están pero quieran incorporarse algún día, y los países que no están ni se los espera. En resumen, haremos Europa sin europeísmo.

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Tiene buena parte de razón don Lluis Bassets.

Como mas adelante Uds pueden ver en ARGENTINASIGLOXXI Don Arnaldo Perez Wat nos regaló una frase que no debiéramos olvidar: "Los pueblos que olvidan su HISTORIA, tiene el serio riesgo de perderse sin salvación en el FUTURO". En el caso Argentino, como en ese trabajo se expone, parecemos haber olvidado la historia de creación de nuestra Nación, al redactar y promulgar nuestro documento Liminar Fundacional, la "Constitución Nacional de 1853."

Los europeos, por su parte parecen hoy ignorar, los esfuerzos de Maurice Schumann, Jean Monnet, Alcide de Gásperi y Konrad Adenauer, para establecer el "Mercado Común del Carbón y el Acero"; cuya finalidad principal consistía en evitar otra contienda guerrera, que sucediera a las apocalípticas 1ª y 2ª Guerras mundiales, con sus decenas de millones de muertos y destrucción. Esos próceres de Europa parecen haber pasado al olvido de sus connacionales. Entonces parece lícito interrogarnos ¿Los europeos recordarán lo suficiente de su HISTORIA, para NO PERDERSE EN LOS LABERINTOS DEL FUTURO?

Tengo al respecto serias prevenciones y desconfío de la MEMORIA HISTÓRICA; no solo de los dirigentes sino también de los pueblos como tales.

Ojalá fuera yo quién esté equivocándose.

1 comentario:

Juan U. Mason dijo...

Admito haber cometido un error. He mencionado Maurice Schumann, cuando el verdadero nombre de pila del Schumann protagonista del Mercado Comun del Carbón y el Acero, era Robert. Ruego entonces disculpar mi error. Esa persona se llamaba Robert Schumann.
Gracias.
Juan Ubaldo Mason