sábado, 17 de diciembre de 2011

PARA NO OLVIDAR LA HISTORIA REAL

Acerca de la calaña de algunos personajes.

Si aspiramos a vivir construyendo un país DIGNO DE SER VIVIDO y, por ello, tratando de contribuir al NO OLVIDO DE LA HISTORIA REAL para NO CONFUNDIRNOS Y PERDER EL FUTURO; sin abundar en comentarios; prefiero re-publicar material periodístico que apareció en La Voz del Interior de hoy 17/12/2011 acerca de lo ya expresado en el título.


Schoklender dijo que robaba para ayudar a las Madres

Confió que iba al casino y lo que ganaba lo aportaba para pagar gastos de la Fundación. También contó que idearon un plan para secuestrar y matar a Massera.
© La Voz del Interior 17/12/2011
Buenos Aires. El ex apoderado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo Sergio Schoklender reveló ayer que ha llegado a robar junto a otras personas y jugar dinero en el casino para pagar cuentas de servicios públicos y gastos de médicos de esa agrupación liderada por Hebe de Bonafini. “La realidad es que durante un breve tiempo efectivamente sí (salían a realizar robos) para que se pagara la luz, los gastos médicos de las Madres, las sillas de ruedas que había que comprar, el gas de la casa, el agua”, contó.

También reveló que en los años ’90 proyectaban montar una organización guerrillera, guardaban armamento en la sede de la Universidad Popular de Madres y planeaban “desaparecer” al dictador y ex jefe de la Esma Emilio Eduardo Massera, ya fallecido.

Sobre Cristina. Sobre la presidenta Cristina Fernández tras la muerte de su esposo, Schoklender relató: “Cuando Néstor muere, Cristina pasó tres meses sin saber dónde mierda estaba parada. Lo único que tenía eran unas breves apariciones públicas para ver cómo les recortaba el paso a Aníbal (Fernández) y a Alicia (Kirchner), que habían hecho una alianza fuerte”.

Dijo que “la primera vez que Cristina vio a un pobre fue con las obras de la Fundación. La primera vez que la abrazaron los trabajadores fue cuando fue a las villas con Hebe (de Bonafini) a inaugurar una obra”.

Destapó que durante el menemismo, de cara a una “organización foquista”, planeaban “mandar a los compañeros a formarse con las Farc en Colombia, con los zapatistas en Chiapas” porque “no veíamos otra salida, era la única lógica: generar una resistencia”.

Schoklender confesó que sus primeros pasos en ese sentido fueron cuando salían “a recaudar como en los viejos tiempos” de los ’70 mediante “choreo” a “negocios, supermercados más bien” porque “tratábamos de que fuesen lugares que representaran más la concentración oligárquica, no la farmacia de la esquina”.

Sus declaraciones fueron formuladas en una entrevista con el periodista Martín Caparrós para el diario El País, de Madrid, y coinciden con la edición de un libro del propio Schoklender que en su título (Sueños postergados) juega con el nombre del programa de viviendas que está bajo la mirada de la Justicia (Sueños compartidos).

Luego amplió sus dichos ayer en sendas entrevistas con Radio 10 y Mitre. Justificó sus andanzas belicistas y de robos de esta manera: “Es una pequeña anécdota, estamos hablando de una época del menemismo. Está mal visto a la distancia, pero uno no veía otra forma de resistencia”. Aseguró que Bonafini estaba al tanto y avalaba todo. “Ella sabía de dónde venía (la plata), quedaba implícito que el dinero aparecía mágicamente”.

Adicto al casino. Schoklender dijo que durante mucho tiempo sostenía los gastos de la Fundación Madres desde el casino flotante de Capital Federal. “Yo era un brillante jugador de black jack. Era rarísimo que perdiera. Iba a las 10 de la noche y salía a las 5 de la mañana; me esperaba mi secretaria y con eso iba al banco a cubrir los cheques. La vez que más gane fueron 40 mil dólares y normalmente ganaba cinco ó seis mil dólares. Todo ese dinero iba a la Fundación”, dijo.

Respecto del armamento para formar una organización guerrillera, contó: “Era impresionante, teníamos de todo: armas de todo tipo, pistolas, ametralladoras, granadas, plástico, lo que pidas. El lugar donde teníamos guardadas las cosas era un pozo en el sótano de la universidad. La ubicación precisa la conocíamos dos o tres compañeros y Hebe, y nadie más”.

Dijo que entre 1999 y 2000 tenían “todo preparado para ir a secuestrar a Massera”.

“Moreno es un bicho raro, un viejo peronista de derecha”

En sus sorprendentes revelaciones, Schoklender se refirió también al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
© La Voz del Interior 17/12/2011
En sus sorprendentes revelaciones, Schoklender se refirió también al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.

“Moreno es un bicho raro. Es un cuadro peronista, un viejo cuadro peronista de derecha. A Hebe (de Bonafini) siempre la miraba frunciendo la nariz. Y es el tipo que sigue viviendo en el departamento que compró a través del Instituto de Vivienda de la Ciudad hace no sé cuántos años”, dijo Schoklender.

Luego siguió con la historia sobre el polémico funcionario kirchnerista: “(Moreno) es el tipo que el día que se vota la (resolución) 125 (de retenciones a las exportaciones agropecuarias) estaba furioso y se para arriba del escritorio diciendo: ‘Acá hay que salir a cagarlos a tiros’… Es el tipo que no lo he visto –y he estado muy adentro– recibir ni una sola coima. Jamás lo he visto liberar un pedido de Aduana porque había guita”.
La Cámpora . Al referirse a la agrupación ultracristinista La Cámpora, Schoklender apuntó: “Son pendejos que no tienen la más puta idea de nada, que no tienen historia de militancia. Lo único que les interesa es garantizarse un sueldo, tener un pequeño séquito y se matan por tener más puestos para repartir y tener gente a su cargo”.


Schoklender dijo que robaba para ayudar a las Madres


Confió que iba al casino y lo que ganaba lo aportaba para pagar gastos de la Fundación. También contó que idearon un plan para secuestrar y matar a Massera.
Buenos Aires. © La Voz del Interior 17/12/2011
El ex apoderado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo Sergio Schoklender reveló ayer que ha llegado a robar junto a otras personas y jugar dinero en el casino para pagar cuentas de servicios públicos y gastos de médicos de esa agrupación liderada por Hebe de Bonafini. “La realidad es que durante un breve tiempo efectivamente sí (salían a realizar robos) para que se pagara la luz, los gastos médicos de las Madres, las sillas de ruedas que había que comprar, el gas de la casa, el agua”, contó.

También reveló que en los años ’90 proyectaban montar una organización guerrillera, guardaban armamento en la sede de la Universidad Popular de Madres y planeaban “desaparecer” al dictador y ex jefe de la Esma Emilio Eduardo Massera, ya fallecido.

Sobre Cristina. Sobre la presidenta Cristina Fernández tras la muerte de su esposo, Schoklender relató: “Cuando Néstor muere, Cristina pasó tres meses sin saber dónde mierda estaba parada. Lo único que tenía eran unas breves apariciones públicas para ver cómo les recortaba el paso a Aníbal (Fernández) y a Alicia (Kirchner), que habían hecho una alianza fuerte”.

Dijo que “la primera vez que Cristina vio a un pobre fue con las obras de la Fundación. La primera vez que la abrazaron los trabajadores fue cuando fue a las villas con Hebe (de Bonafini) a inaugurar una obra”.

Destapó que durante el menemismo, de cara a una “organización foquista”, planeaban “mandar a los compañeros a formarse con las Farc en Colombia, con los zapatistas en Chiapas” porque “no veíamos otra salida, era la única lógica: generar una resistencia”.

Schoklender confesó que sus primeros pasos en ese sentido fueron cuando salían “a recaudar como en los viejos tiempos” de los ’70 mediante “choreo” a “negocios, supermercados más bien” porque “tratábamos de que fuesen lugares que representaran más la concentración oligárquica, no la farmacia de la esquina”.

Sus declaraciones fueron formuladas en una entrevista con el periodista Martín Caparrós para el diario El País, de Madrid, y coinciden con la edición de un libro del propio Schoklender que en su título (Sueños postergados) juega con el nombre del programa de viviendas que está bajo la mirada de la Justicia (Sueños compartidos).

Luego amplió sus dichos ayer en sendas entrevistas con Radio 10 y Mitre. Justificó sus andanzas belicistas y de robos de esta manera: “Es una pequeña anécdota, estamos hablando de una época del menemismo. Está mal visto a la distancia, pero uno no veía otra forma de resistencia”. Aseguró que Bonafini estaba al tanto y avalaba todo. “Ella sabía de dónde venía (la plata), quedaba implícito que el dinero aparecía mágicamente”.

Adicto al casino. Schoklender dijo que durante mucho tiempo sostenía los gastos de la Fundación Madres desde el casino flotante de Capital Federal. “Yo era un brillante jugador de black jack. Era rarísimo que perdiera. Iba a las 10 de la noche y salía a las 5 de la mañana; me esperaba mi secretaria y con eso iba al banco a cubrir los cheques. La vez que más gane fueron 40 mil dólares y normalmente ganaba cinco ó seis mil dólares. Todo ese dinero iba a la Fundación”, dijo.

Respecto del armamento para formar una organización guerrillera, contó: “Era impresionante, teníamos de todo: armas de todo tipo, pistolas, ametralladoras, granadas, plástico, lo que pidas. El lugar donde teníamos guardadas las cosas era un pozo en el sótano de la universidad. La ubicación precisa la conocíamos dos o tres compañeros y Hebe, y nadie más”.

Dijo que entre 1999 y 2000 tenían “todo preparado para ir a secuestrar a Massera”.

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